Y tu, amiga,
ahí, sin decir nada,
tan quieta y apacible,
con tus eternas ganas de volar,
-planeo errante por el firmamento-
y por los campos de esta,
a veces terrible ciudad.
De pronto tus huesos crepitan
de felicidad.
Clamor breve, pero intenso.
Un resonar de alegría,
de besos, de mariposas
Que emergen de tu alma
cristalina.
Siempre dispuesta.
Buen día tu llegada,
trajiste fortuna y paz.
Cargaré entre mis brazos
el valor de tenerte.
Dolor de perderte cien días.
Luz de tenerte en mi vida.
F.V.
Puedo decir que extraño una cleta, pero me he dadoc cuenta que se siente mas rico el cemento bajo los pies, el apasto de los parques en hawaianas.
ResponderEliminarPero esa cleta es linda para fotos, tanto que me daría pena pensar en ella solo como un objeto fotografico
quie weno q tu al menos si le encuentres alguna funcion practica, util.
Por cierto, o yo estoy muy enamorada de la horizontalidad, o me estresó lo vertical que se ve todo esto en blankito xD