jueves, 5 de noviembre de 2009

De no tenerte


Cómo hemos llegado hasta aquí,
silencio inmutable en las cuatro esquinas.

Tu voz me llama. 
Misterioso poder.
Me rehúso a caer.
Aun así me encuentro inmersa 
en un río de espejismos,
ilógicos, falsos, gélidos, solitarios, 
sin opción.

Y tú no estás.

El tráfico afuera gime.

la gente,
lleva los parpados y labios cosidos,
Escupo sangre y tierra de dolor.
Dolor de ausencia. De no tenerte.
Pero tu corazón-pájaro viene hasta mí

De vez en cuando.

Se cobija en mi pecho y respira.
Al fin respira.
Se quema.
Mi vientre da alaridos, quiere, necesita,
Desde siempre.

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