Cómo hemos llegado hasta aquí,
Tu voz me llama.
Misterioso poder.
Aun así me encuentro inmersa
en un río de espejismos,
ilógicos, falsos, gélidos, solitarios,
sin opción.
Y tú no estás.
El tráfico afuera gime.
la gente,
lleva los parpados y labios cosidos,
Escupo sangre y tierra de dolor.
Dolor de ausencia. De no tenerte.
Pero tu corazón-pájaro viene hasta mí
De vez en cuando.
Se cobija en mi pecho y respira.
Al fin respira.
Mi vientre da alaridos, quiere, necesita,
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