jueves, 23 de febrero de 2012

Anécdota de un día cualquiera: I

Hoy  fui tan imperceptible
que ni los autos en la calle
se detuvieron para dejarme pasar.

Tela oscura de domingo.

Ya no tenía fuerzas
ni para juntar los labios
en un último beso.

Ondulante loco a contraluz.
Desesperado buscando, escarbando,
encontrando, abriendo, quitando, 
poseyendo todo.

Silencioso baile 
bajo la tela oscura de domingo.

martes, 7 de febrero de 2012

Círculo.

Hay días en que hace tanto frío
que no logro ni lavarme la cara.
Me siento como en estado evaporado
sin poder fijar un punto.
Es como un mareo constante
de barco en alta mar.
Intento coser, pero lo único que queda
es la huella de la aguja sin enhebrar.
Espero - si fuera posible-
poderme en algún momento condensar.
Y volver a caer.


F.V.

Lección.

Así como dejé
me dejaron.
Así como olvidé
me olvidaron.

Y todo vuelve a comenzar.


F.V.