domingo, 31 de enero de 2010

De papel-luz y madera

La vi,
casi la lloré.
Me la comí.
La absorbieron mis poros,
mis pupilas guardaron cada milímetro
de recuerdo almacenado en sus paredes caídas
y muertas.
Sus habitaciones vacías,
descascaradas, 
sin piel, 
con los huesos al aire.
La ventana que daba a mi universo de ensoñaciones
al borde del desplome.
Como difuntos sentados y cubiertos
los sillones de siempre.
Mi alma se la bebió entera.
Aquella casa de papel-luz y madera,
chueca, adolorida y vivida.
Cientos de huellas inscritas en su piel.
Cobijo de mi infancia
Manto tibio, afable,
Ahora no eres más que un montón
Viejo de escombros.
Mi abuelo,
Con sus manos añosas y arrugadas te forjó.
Hoy él mismo te desviste  para dejarte
Descansar.
Tus surcos calaron
Con aterradora profundidad
Mi ser.
Te bienquise tanto.


2 comentarios:

  1. "Ahora no eres más que un montón
    Viejo de escombros." Y parece que alguna parte se va contigo. aquellos recuerdos vividos. Siento que en este llega a ser tan especial por tu crianza. por las personas. por como has ido evolucionando. Me llego realmente. Me emocionaste lesa. TEquiero. Me encanto =).

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  2. Fernanda no sabia que escribias!, no sé muy bien como llegue a tu blog; de sapa seguramente pero me encanto el principio de ese poema, mucho, :)
    espero que no hayas tenido "mayores" problemas con el terremoto y que tu familia este bien.
    nos vemos en la U. :O

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